martes, 22 de enero de 2019

“EL NARANJO QUE SE MURIÓ DE TRISTEZA”

AM EDE

  Este libro  de Mónica Rodríguez narra la historia de dos generaciones de una misma familia. Sus protagonistas, Alicia y Josefa tienen como nexo de unión un naranjo, testigo mudo (¿o no tanto?) del paso del tiempo y de los acontecimientos ocurridos en sus vidas y que servirá de refugio ante la dolorosa realidad. Está basado en un caso real sucedido en la familia política de la autora.

  Los hechos se desarrollan en un pequeño pueblo del levante español, desde la posguerra hasta la actualidad.

  La estructura que  ha elegido la escritora asturiana es la de narración paralela: por un lado Alicia, que nos habla desde el presente y por otro, Josefa que nos ofrece la mirada retrospectiva. La división en capítulos y el tipo de letra (redonda para la actualidad y cursiva para el pasado) nos ayudarán a ir siguiendo la trama.

  Estos dos puntos de vista de las narradoras describen dos realidades bien distintas en cuanto a los medios económicos, sanitarios o sociales, con un balance negativo para el tiempo pasado (mortandad infantil elevada; falta de libertad; desigualdad: “los niños estudiaban, las niñas recogían naranjas”; no había fotografías ni vídeos para poder recordar a las personas ausentes…). Sin embargo, Alicia se dará cuenta de que la tristeza, la alegría o la manera en que sentimos es igual ayer que hoy y que siendo consciente de los problemas de los demás se pueden ver de forma más realista los propios. Todo ello producirá una especie de empatía intergeneracional entre Josefa, Alicia y la madre de ésta.

  El lenguaje utilizado en la narración es sencillo pero a la vez nos regala imágenes muy poéticas, especialmente en la descripción de esa comunicación casi mágica de Alicia y Josefa con el árbol o al expresar las sensaciones ante los paisajes, los olores, los sentimientos…

  Mónica Rodríguez nació en Oviedo en 1969. Estudió Ciencias Físicas en su ciudad natal  y en Santander. Además de la científica, la literaria es su otra pasión y así ha ido combinando el investigar con el escribir. Actualmente está en excedencia del CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, adscrito al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades) y se dedica en exclusiva a la literatura, especialmente infantil y juvenil. Entre otros muchos reconocimientos, el pasado año ha recibido el Premio Cervantes Chico.

  “Alandar” es una colección perteneciente a la Editorial Edelvives, que está orientada a la publicación de narrativa juvenil de calidad. Anualmente se convoca el Premio Alandar cuya recompensa es ver publicada, en esta colección, la obra ganadora.


  Mónica Rodríguez, la autora del libro recomendado, ganó este premio en el año 2016 con su obra “La partitura”, que también puedes encontrar en nuestra sección.

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