Cada año, desde 1997, el 24
de octubre celebramos el Día de las Bibliotecas. La iniciativa de esta
conmemoración fue de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y
Juvenil, secundada por el Ministerio de Cultura y Deporte. Con ella querían subrayar
la trascendencia de la lectura para el desarrollo personal y social, a la vez
que reconocer el papel del personal bibliotecario. En su mente estaba la
destrucción de la Biblioteca de Sarajevo en 1992.
Actualmente, que en nombre
de lo políticamente correcto se condenan libros clásicos, se retiran cuentos
tradicionales, que las editoriales cambian portadas o retocan imágenes y las
personas que crean historias se autocensuran, la función de las bibliotecas
como centros de pluralidad, donde encontrar todo tipo de manifestaciones
literarias y culturales en general, parece aún más relevante.
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