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Máximo no es un niño común.
Es un niño serio, un típico empollón se podría decir ya que sólo piensa en
estudiar y, además, es un amante de la informática y la tecnología. La
antítesis de Máximo es su hermana pequeña Angélica, una niña traviesa y
juguetona.
La historia comienza con
Máximo regresando del colegio y preparándose para comenzar a estudiar. Pero
algo le interrumpe, alguien ha estado utilizando su ordenador sin su
consentimiento. Sus apuntes han desaparecido y ahora todo está lleno de cuentos
infantiles. Sólo puede haber una culpable, su hermana Angélica. Alguien tendría
que reprender seriamente a esa niña. Perderá mucho tiempo solucionando el
problema pero tiene claro que Angélica se merece un buen susto.
La forma en que comienza
esta historia es un tanto peculiar. Máximo es un niño, de eso no hay duda, pero
es un niño con demasiados tics de adulto. Quizá sea producto de la educación
que reciben los niños en el colegio y, sobre todo, por parte de sus familias,
en especial sus padres. Ahora los niños, no todos por supuesto, tienen que
saber de todo, más rápido y mejor que nadie. O puede que, sencillamente, el
niño sea tan serio y mucho más responsable que multitud de adultos con los que
convivimos a diario.
Bien, ya conocemos como es
Máximo y también sabemos que Angélica es claramente diferente a él. Se podría
decir que es una niña “normal”. Pero algo sucede, Máximo comete un error, algo
impensable en él, y aparece en el interior de su ordenador. Un ordenador
atestado de los cuentos infantiles que tanto odia. Y ahí es donde comienza la
aventura, un viaje iniciático, en este caso de vuelta hacia su infancia. Veremos
a Máximo moverse entre diversos personajes clásicos de la Literatura Infantil.
El niño no quiere estar allí perdiendo el tiempo y, encima sin haber hecho los
deberes, por lo que luchará con todas sus fuerzas por volver a la comodidad de
su butaca, pero para ello deberá convivir con todos estos personajes de lo que
parecen “Cuentos muy peligrosos”,
que le ayudarán, o no, a encontrar la salida que tanto ansía.
El libro se lee de forma
rápida, quizá la peripecia de Máximo se haga un poco larga ya que el desenlace se
ve venir pero, a cambio, si es divertida la “gincana” a la que tiene que hacer
frente Máximo para poder escapar de aquel lugar. La multitud de personajes que
pueblan los rincones de este libro, harán que los niños se sumerjan en nuevas
historias.
Carlos
Romeu nació en Barcelona en 1948. Ha publicado numerosos
comics y libros de literatura infantil y juvenil. También es conocido por ser
guionista de numerosos programas de televisión. Publica por primera vez en 1971 en la revista
“Nueva Dimensión”. Es fundador, entre otras, de la revista “El Jueves” y
creador del personaje “Miguelito” que, durante 33 años, dibujó para el diario
“El País”. En el año 2012 publicó su
biografía “Ahora que aún me acuerdo de todo (o casi)”, como no, en forma de
comic, que está disponible en la sección de adultos de la Biblioteca.
Los personajes de sus
ilustraciones son inconfundibles, recordándonos al universo de “Miguelito”. En
esta ocasión, además de dotar de color y magia a la historia, la va poblando
con multitud de personajes de cuentos infantiles de todas las épocas, en unas
ocasiones siendo los protagonistas y en otras apareciendo salteados como
secundarios y dando más color y alegría a las ilustraciones.
Otras obras del autor en
la sección infantil de la Biblioteca:
- Berto lo ve claro A MAC lib
- Los lápices mágicos A SM pir
- Vicente ya es valiente A SM pir (miedos)
- Llamadme Federi AM SM gra
- Tristán en Egipto AM SM gra
- Tristán en París AM SM gra
- Tristán en Yuca AM SM gra
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