martes, 17 de junio de 2014

¿Qué personaje eres tú? (VI)

"El cerdito mágico"




Me llamo Briana y tengo 10 años. Vivo en Estados Unidos y tengo una hermana de 15 años que se llama Nikki.
Me encanta cocinar, y sobre todo me gustan los ositos de gominola.  Mi mejor amiga se llama Carmen y mi novio se llama Óscar. Un juego que nos gusta mucho consiste en disfrazarnos de chinos y jugar al teléfono escacharrado. Nos lo pasamos muy bien y decimos frases muy tontas como esta: «Mi perro ayer jugó con un conejo y se dieron un beso».

Voy a  5º de primaria al Colegio Santa Fernanda, que se encuentra en la calle San Martín. Somos todos muy amigos y nos llevamos muy bien. Me gustan mucho las vacaciones sobre todo las de verano y las de Navidad. Las de verano porque son largas, voy a la piscina, estoy con mis amigas a todas horas, etc. Y las de navidad porque nieva, hace frío, jugamos con bolas de nieve y estamos con la familia, etc.
En Navidad me encanta hacer un amigo invisible con mis amigos y familia porque te pueden regalar cosas muy raras, como la que me regalaron el año pasado: una hucha de cerdito que cuando le echabas una moneda salía música.
Yo estaba encantada con mi cerdito, pero un día fui a echar tres euros y había desaparecido. Lo estuve buscando pero no lo encontré, y me puse muy triste.

Una semana más tarde cuando volví del colegio a las seis de la tarde oí un ruido muy raro en el trastero, bajé y no vi nada. Cuando subí las escaleras, me caí y me quedé dormida. Unas horas más tarde estaba encerrada no sé dónde, y vi una silueta un poco rara. Lo reconocí, era Fifí, mi hucha musical. Había cobrado vida y me quería convertir a mí en un zombi ó en un cerdito.
Fifí se empezó a reír y se fue arriba, a por mi hermana. En ese momento, cuando se fue, conseguí salir de allí, y esconderme para ver lo que quería hacer.
Cuando bajó, vi que tenía a mi hermana, pero a ella no la quería hacer nada, sólo quería que se casase con él, porque desde que Fifí la vio se enamoró de ella. Por eso me había raptado.

Nikki no se quería casar con él, y le lanzó un vaso con un líquido para que la dejase en paz. Ese líquido era un pócima que si tocaba algo lo convertía en sapo.
Fifí se enfadó mucho y se fue, pero antes le dijo que se vengaría de las dos hermanas.





Un año más tarde mis padres me regalaron otra hucha, pero esta vez no era un cerdito, era un sapo que hablaba, y claro, me asusté un poco:

Briana tenía tanto miedo de su hucha nueva que la escondió en la mochila de clase de  su hermana. Nikki, al sacar su libro de álgebra, vio al sapo y se enfadó mucho con Briana.
Cuando Nikki llegó a casa, escondió el sapo en su armario, y cuando Briana llegó a casa vio que en su armario había un agujero. Llamó a su hermana corriendo y le preguntó si ella había hecho eso. Ella le dijo que no.

Las dos empezaron a asustarse porque creían que era Fifí, pero no estaban seguras. Durante muchos días no durmieron porque creían que Fifí andaba suelto y no sabían qué les iba a hacer.
Dos semanas mas tarde se levantaron juntas y encontraron el sapo encima de la encimera de la cocina. Al ver al sapo tan de golpe, llamaron a sus padres a gritos, pero no estaban. Intentaron llamarles por teléfono, pero tampoco, llamaron a más gente para pedir ayuda, pero no había nadie en la ciudad. Estaban solas junto al sapo. ¿Qué ocurrirá?

De pronto empezaron a ver muchos sapos, pero ¿quién sería Fifí? ¿Lo descubrirán o se convertirán en sapos?

Quién sabe. Sólo estaban ellas dos contra más de mil sapos. ¿Qué podrá ocurrir?



Autora: Lucía de Pablos

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