Escritor estadounidense
nacido en San Francisco (California) y muerto en el mismo estado hace ahora
cien años, Jack London fue
autodidacta y se formó, esencialmente, leyendo libros en la biblioteca pública
de su ciudad natal. Estas lecturas le animaron a crear sus propias historias y
a conocer mundo.
Su vida fue muy ajetreada,
llena de aventuras y peripecias que le sirvieron de inspiración para sus
libros. Así, a los 17 años, se embarcó hacia Japón en un barco que cazaba focas
y a su vuelta, después de trabajar en diversos oficios (en un molino textil y
en una central eléctrica del ferrocarril), fue encarcelado por vagabundo. Esta durísima
experiencia carcelaria, por las condiciones de la prisión, le convenció para
volver a estudiar y, mientras lo hacía, colaboró escribiendo varios artículos
en la revista de su instituto. Más tarde, con gran esfuerzo, consiguió entrar
en la universidad de California; pero sólo estuvo un año, pues tuvo que
abandonar por problemas económicos.
A pesar de los reveses, London seguía
queriendo ser escritor… Para ganar
dinero, trabajó en una empresa de enlatado donde hacía jornadas diarias de más
de 15 horas. Queriendo escapar de estas pésimas condiciones laborales, compró,
con un préstamo familiar, un barco a un pirata ostrero, con lo que se convirtió
en pescador furtivo de ostras, hasta que su barco sufrió daños irreparables y entonces
se puso del lado de la ley, trabajando en la Patrulla Pesquera de California. En
la época de la “fiebre del oro” se unió a esta aventura con su cuñado, hasta
las inhóspitas tierras del Yukón, al noroeste de Canadá en la frontera con
Alaska. A causa de las penurias que pasaron, enfermó gravemente, pero
sobrevivió. Finalmente compró un rancho en un condado cercano al de su
nacimiento donde cultivó tierras y crió ganado; allí se retiró y también murió.
Parece una novela de
aventuras ¿verdad? Tal vez os preguntéis cuándo tenía tiempo de escribir. Pues
lo tuvo y escribió más de cincuenta libros (novelas, relatos cortos, ensayos…) En la biblioteca disponemos de varias de sus muchas
obras:
La quimera del oro, Colmillo blanco, La llamada de la
selva, Cuentos de los mares del sur, Los piratas de la Bahía de San Francisco,
Las aventuras del Gran Norte,... entre otros títulos, tanto en la Sala
Infantil como en Juvenil o en Préstamo de adultos porque Jack London es un autor para todos los
públicos.
Sus obras han sido llevadas al cine en múltiples
ocasiones: no solo El lobo de mar, Colmillo blanco y La llamada de la selva, de
las que hay varias versiones, sino también su propia vida ha sido trasladada al
ámbito cinematográfico.
Leed sus obras y encontraréis reflejadas muchas de sus experiencias; podréis viajar, además, desde Alaska hasta el sureste asiático, acompañando a los protagonistas de sus historias, que siempre luchan por sobrevivir en ambientes hostiles y contra una suerte adversa.
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