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Un
zar tenía unas preguntas a las que nunca encontraba la respuesta adecuada.
¿Quién le ayudará en su búsqueda?
“Las
tres preguntas” es una obra especial de un autor especial. Me refiero a León
Tolstoi que, además de regalar grandes clásicos a la humanidad, también tuvo tiempo
de dejarnos estas pequeñas y deliciosas joyas.
Se
trata de un sencillo cuento en el cual Tolstoi nos muestra sus inquietudes
filosóficas. La importancia de vivir la vida con la intensidad que se merece,
de saber valorar a quienes nos rodean y acompañan y, como no, la importancia y
bondad del altruismo. ¿Cuál es el mejor momento para hacer una tarea? El momento
es ya, nos diría.
Las
ilustraciones de Raquel Marín nos sumergen en el mundo decimonónico ruso y
ayudan a acercarlo a los lectores infantiles. Son sencillas y descriptivas,
perfilando los diferentes personajes de la historia. Por cierto, fíjate en la
larga y blanca barba del sabio ermitaño, después busca imágenes de Tolstoi
anciano, ¿casualidad?
Su
lectura está cargada de simbolismo, pero ello no dificulta que pueda
recomendarse para lectores a partir de 8 o 9 años. Sus enseñanzas, hoy día,
siguen siendo muy útiles.
La
obra está editada por Gadir, editorial creada en 2004 en Madrid. Esta editorial
destaca por sus cuidadas colecciones, entre ellas “El bosque viejo” nos
presenta obras de autores clásicos bajo una nueva, atractiva y cómoda edición
dirigida al público infantil y juvenil. Una nueva visión para obras de siempre.
León
Tolstoi nació y murió en Yásnaia Poliana (1828-1910) en el seno de una familia adinerada
y con multitud de posesiones. Resulta complicado trazar una pequeña biografía
que muestre los rasgos básicos de, quizá, el novelista ruso más importante de
la historia y una de las personalidades más interesantes de la historia. En su
juventud, tras unos problemas con el juego, termina alistándose en el ejército
en una de las campañas de la Guerra de Crimea. Todo lo vivido en esa época,
además de servirle de base para futuras obras, le llena de un vacío e
inutilidad que le acompañará durante gran parte de su existencia; a pesar de
ello, él continua una vida llena de lujos y comodidades (así fue hasta los
últimos años de su vida).
Literariamente
adscrito a la corriente realista, es el autor de grandes clásicos universales
como “Guerra y paz” y “Ana Karenina”.
Algunas
de sus posturas filosóficas han tenido mucha importancia en personajes y
movimientos posteriores, por ejemplo: tiene una clara influencia en el desarrollo
del movimiento anarquista; sus ideas sobre la ”no violencia activa” impactaron
sobre todo a Gandhi y Martin Luther King; también se puede decir que fue
precursor del “naturismo” y uno de los primeros vegetarianos. Fue defensor del
esperanto como idioma común a toda la humanidad.
Tolstoi
dio origen al denominado Movimiento tolstoyano. Tras ver la
contradicción de su vivir cotidiano con su ideología, Tolstoi decidió dejar los
lujos y mezclarse con los campesinos de su aldea natal. No obstante, no obligó
a su familia a que lo siguiese y continuó viviendo junto a ellos en una gran
parcela, lugar al cual con frecuencia sólo llegaba a dormir, gastando la mayor
parte del día en el oficio de zapatero. En su afán por mejorar la vida
de las gentes que trabajaban en la aldea, fundó una escuela para los hijos de
los campesinos y se hizo su profesor, autor y editor de los libros de texto que
estudiaban. Impartía módulos de gimnasia y prefería el jardín para dar clases.
Creó para ello una pedagogía particular cuyos principios se basaban en el
respeto a ellos mismos y a sus semejantes.
La
literatura infantil en lengua rusa ha pasado por diferentes etapas. En la Edad
Media se trataba a los niños como adultos deficientes, por lo que se les
intentaba inculcar intereses de adultos a través de la literatura para
completar su formación cuanto antes. En cambio, el siglo XIX ha dado a la
literatura infantil rusa una gran cantidad y calidad de obras. Especial mención
merecen los cuentos, (en Rusia conocidos como cuentos de hadas o cuentos maravillosos)
y especial importancia tiene en su recuperación y relanzamiento el folklorista,
filólogo e historiador ruso Alexandr N.
Afanasiev que, en los años cincuenta del siglo XIX, recorrió aldeas
y territorios recónditos de la extensa Rusia para recopilar una gran cantidad
de ellos, en su mayoría, de tradición oral que, a pesar de censuras y bloqueos,
permanecen vivos en nuestros días. En total recopiló 640 cuentos que separó en
cuentos para niños y cuentos para adultos.
Es
en esa época de finales del siglo XIX donde nos encontramos a Tolstoi, un
hombre desengañado de su vida anterior que no espera que las cosas cambien, es
él mismo quien decide cómo cambiarlas.
“Es
imposible que un hombre pueda ser feliz lejos de la naturaleza”, nos decía este
gran escritor.
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