El ganador del Premio Cervantes Chico de este año,
abandonó la carrera de Ciencias Políticas por seguir el sueño que tenía desde
su infancia: escribir. Una pasión nacida en un ambiente familiar literario (su
madre escribía cuentos y su abuelo era poeta), donde siempre estuvo rodeado de
libros que alimentaron su imaginación para crear historias. Trabajó como periodista
principalmente de radio, como guionista de televisión y también como creativo
de publicidad, dedicándose finalmente a la escritura como profesión.
La casi exclusiva dedicación
a la literatura infantil y juvenil, proviene, según explica el propio autor,
del descubrimiento en su primera novela de lo fácil que es meterse en la mente
de un niño.
La temática que aborda
abarca cualquier problemática social (“Maíto Panduro”), con especial atención a
las relaciones familiares, más concretamente entre padres y adolescentes (“El
síndrome de Mozart”). Otro tema
recurrente en sus obras es el problema, aún sin resolver, del Sáhara, que es
tratado por el escritor desde diversos puntos de vista (“El beso del Sáhara”,
“Los gigantes de la luna”, “Palabras de caramelo”). Aunque su implicación con
el pueblo saharaui va más allá de la literatura, así lo demostró poniendo en marcha,
junto a otras personas, la idea de bibliobuses que recorrieran los campamentos
de refugiados de Tinduf, para llevar la lectura hasta el desierto de Argelia. Este
interesante proyecto se denomina “bubisher”
(así se llama en el desierto a un pájaro que trae buena suerte) y podéis
participar en él de muy diversas formas. Si queréis información, buscad en
internet.
Gonzalo
Moure participa en congresos nacionales e internacionales
sobre literatura infantil y juvenil y se prodiga también en encuentros con
lectores: tanto en clubs de lectura o bibliotecas, como en centros escolares, pues
la lectura de sus libros es muy recomendada a nivel educativo.
Muchas de sus obras han sido
merecedoras de premios diversos. Así, tiene en su haber casi todos los
galardones editoriales de colecciones juveniles: El Barco de Vapor, el Ala
Delta, el Gran Angular. Además de aparecer varios de sus libros en la Lista de Honor
del IBBY y en el catálogo “White Raven" de la Feria del Libro de Bolonia.
En la sección de efemérides
dentro de la sala infantil tendréis expuestos sus libros, disponibles para
llevar a casa y disfrutarlos. “Lo importante de la literatura es lo que
sugiere, no lo que dice”, afirma el autor. Podéis comprobar que él consigue
trasladar a cada lector hasta los lugares y situaciones que describe en sus
narraciones.
El Premio Cervantes Chico
fue creado en 1992 por el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, como
reconocimiento a la trayectoria de escritores de literatura infantil y juvenil
en lengua castellana. Se valora, además de la categoría literaria de su obra, la
popularidad y la utilización de sus
libros como recurso didáctico en el ámbito educativo. Este premio tiene entre
sus objetivos el fomento de la lectura entre los más jóvenes y, lo que es más
importante, promover entre ellos actitudes y valores positivos, como el respeto,
el esfuerzo o la colaboración; de ahí que premien a aquellos escolares que se
destaquen por ponerlos en práctica.
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