CENTENARIO
DEL LIBRO “CUENTOS DE LA SELVA”
DE HORACIO QUIROGA
Horacio
Quiroga (1878-1937). Escritor uruguayo, hijo de un diplomático
argentino, su vida transcurrió a caballo entre estos dos países. Tuvo una vida
azarosa, llena de desgracias familiares: de accidentes y suicidios; él mismo
acabó con su vida cuando le diagnosticaron un cáncer incurable.
Estudió en el Instituto
Politécnico de Montevideo y demostró interés por muy diversas disciplinas, desde la literatura a la mecánica; así, en su
juventud, compaginó el tiempo en un taller de reparación de maquinaria y
herramientas, con el trabajo, los estudios y la colaboración en diversas
publicaciones. Fundó la “Revista de Salto” que lleva el nombre de su ciudad
natal. Después viajó a Europa y a su vuelta, reflejó esta experiencia agridulce
en el libro “Diario de viaje a París”. También en esta época fundo el “Consistorio
del Gay Saber”, tertulia literaria que contribuyó de forma importante a la vida
cultural de Montevideo, rivalizando con otras reuniones de las mismas
características.
En los primeros años del
siglo XX se trasladó a Argentina: primero a Buenos Aires, donde maduró como
escritor y se inició en la Pedagogía y después a la provincia de Misiones,
donde la selva fue el factor determinante que curtiría su carácter y su estilo.
A la selva de Misiones volvió en varias ocasiones, para instalarse
definitivamente en 1932.
Su obra se sitúa entre el
final de la etapa modernista y el nacimiento de las vanguardias. Se le
considera uno de los mejores autores hispanoamericanos de cuentos o relatos
breves. Fue gran admirador de Edgar Allan Poe, con quien se le comparó: a
menudo retrata la naturaleza bajo rasgos
temibles y horrorosos, y proyecta sobre ella, todos los enigmas del ser humano,
de ahí que alguna de sus historias sean cuentos de terror rural como “El almohadón de
plumas”.
“Cuentos
de la selva” (1918)
En estos relatos, de los que
ahora se cumple el centenario de su publicación en Buenos Aires, la selva no es solo el escenario, sino el
personaje más importante junto con los animales que protagonizan cada historia.
Influido por “El libro de
las tierras vírgenes” (El libro de la selva) de Rudyard Kipling, Horacio
Quiroga quiso inventar un lenguaje propio americano para describir su selva.
Escribió estos cuentos en su época de vida en la selva de Misiones, mientras
ejercía como profesor de Castellano y Literatura.
No es esta obra una visión
amable y bucólica de la selva tropical, por el contrario, aparece la naturaleza
con toda su crudeza frente al ser humano, que unas veces es su aliado y otras
su destructor. Narradas con un lenguaje sencillo, para llegar a los jóvenes
lectores, el autor supo combinar, en estas historias, la ingenuidad y el humor
con el dramatismo más trágico y lograr un texto de gran calidad.
Y si te han entrado ganas de leer más libros sobre selvas,
hemos preparado una selección de obras para que disfrutes.
Grandísimo autor (muy desconocido) y grandísima su obra, en especial este "Cuentos de la Selva". Recomendaría el cuento titulado "A la deriva"
ResponderEliminarMuchas gracias por la lectura y el comentario. Nos apuntamos su recomendación.
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