La ilustradora asturiana Violeta Monreal nació en Oviedo en 1963,
se licenció en Bellas Artes y cuando
terminó los estudios le ofrecieron dar clase en su facultad, pero su camino no
era la docencia y decidió comenzar la carrera como ilustradora. Viajó a Nueva
York, donde colaboró con la O.N.U. en la ilustración de varios proyectos y
trabajó además con empresas de diseño para cartas de tarot.
Ha ilustrado numerosos
libros, de alguno de ellos también es autora, como la colección de las
aventuras de Pamela Panamá, o la adaptación de cuentos clásicos para la
colección “Cuentos de colores”. Desde su estudio no solo crea por encargo para
ilustrar cuentos o libros infantiles de
lectura, sino que desarrolla proyectos que ofrece a las editoriales y que están
enfocados especialmente al conocimiento. Así la colección “Saber más” que
abarca personas destacadas en la pintura, la escritura, la música o los
inventos, entre otros temas.
Sus libros has sido
publicados en otros países de Europa o de Iberoamérica, además de en Japón,
Corea o Estados Unidos.
La técnica artística que
suele utilizar es semejante al collage pero con características singulares:
consiste en rasgar papeles e ir combinando formas y colores. El resultado es
tan peculiar que ha quedado como su sello de identidad. También utiliza la
línea fina para crear la silueta de esos personajes que luego vestirán los
papeles. Sus imágenes son coloristas, alegres y
vitales. A la hora de crear le gustan mucho lo que ella llama “las capas
de creación”, es decir que la imagen
tenga diversos niveles de lectura: que sea atractiva a primera vista, pero que
también aporte más detalles e información a quien quiera revisarla y así conseguir
que no se agote en una única mirada.
Violeta Monreal, según ella
misma expresa, siempre ha tenido una mirada cercana a la infancia, con cuyo
mundo se siente muy identificada y por eso escribe y dibuja para este público
concreto.
Además de su labor como
autora e ilustradora, imparte talleres y conferencias tanto a escolares como a
docentes. En estos encuentros dice: “trato de dotar de herramientas de
comprensión y análisis de textos e imágenes a niños y niñas, para que piensen
por sí mismos, incluso para que se equivoquen”. También afirma que estas experiencias
son enriquecedoras tanto para ella como para quienes asisten: “Yo aporto mi
ilusión y mis ideas y ellos me brindan la posibilidad de comprobar lo que les
interesa, lo cual agradezco enormemente. En muchas ocasiones, historias que
invento durante los encuentros se han convertido en relatos después”. Otro de
sus objetivos con estas experiencias es romper barreras mentales para que los
niños y niñas sean capaces de crear con libertad y conseguir tener más
confianza en su vida diaria.
En cuanto a los galardones
recibidos, fue finalista en el certamen de la CCEI de mejores ilustraciones en
2001, con “Los novios de la ratita
presumida”. Estuvo en la Lista de Honor de mejores ilustraciones de la CCEI
de 2002 con “Misión en la Tierra”.
En 2002 fue premiada en el Salón del Libro por su labor en la Promoción del
Libro Infantil y Juvenil. Al año siguiente formó parte de la Lista de Honor en
el certamen de la CCEI de mejores ilustraciones con “Oro parece”. En 2011 recibió el premio de ilustración de la CCEI
con “16 pintores muy, muy importantes”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario