La poesía no solo acompaña a los adultos, sino que desde que nacemos está presente en nuestras vidas, en forma de canciones infantiles, nanas, retahílas, juegos de palmas, etc. Utilizamos la poesía desde la infancia como medio de expresión, facilitando a los niños el proceso comunicativo.
En la poesía infantil, es importante empezar con
poemas cortos y con un lenguaje sencillo, adecuado a su edad. Con ella podemos
estimular su imaginación ya que ellos se sienten atraídos por la musicalidad y
el ritmo de los versos. Es un instrumento perfecto para ampliar su
vocabulario, activar su creatividad, desarrollar la didáctica artística a
través de la música y la composición de las palabras, etc., en definitiva, se
trata favorecer el gusto por la lectura. También leyendo a los más pequeños
poesía aumentamos su memoria auditiva, visual y rítmica.
Leer o recitar poesía a un público infantil crea
momentos mágicos, donde se establece una relación emocional entre el niño y el
que lee, canta o recita.
Para terminar, deciros que la poesía es como la
primavera: una explosión de belleza y sentimiento llena de musicalidad y color.
Os dejamos un ejemplo, de autor anónimo; podéis aprenderla y
recitarla:
La nieve se derrite
y deja paso a las flores.
El aire huele dulce
y todo se cubre de colores.
Los insectos vuelan
de flor en flor
y los pájaros cantan
a pleno pulmón.
Los rayos del sol
alegran la tierra
y dan la bienvenida
a la Primavera.
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