El pasado 28 de junio
falleció Christine Nöstlinger,
famosa escritora austriaca de larga trayectoria. Quería estudiar pintura, pero
finalmente se inclinó por el dibujo publicitario, ámbito en el que desarrolló
sus primeros trabajos. Además, hizo pequeñas colaboraciones en periódicos,
revistas y en programas de radio con
temas sobre la infancia.
Comenzó su actividad
literaria profesional en la década de los setenta del pasado siglo. Aunque su
primera obra, “Federica la pelirroja”, era en realidad un libro de dibujos al que
trató de completar añadiendo texto, supuso el inicio de una larga y fructífera
carrera como autora de libros infantiles y juveniles. Su libro “Los chicos del
sótano mágico”, de 1971, fue merecedor del Premio al mejor libro publicado en
Alemania durante ese año. Su éxito internacional le llegó con “Konrad o el niño que salió de una lata de
conservas”, una obra que, aunque fantástica en su argumento, constituyó un
análisis muy crítico de la educación y la sociedad tradicionales. Ha publicado
unos 150 libros y ha hecho populares en muchos países a personajes como Susi,
Paul, Franz o Mini.
Es una de las escritoras más
reconocidas y queridas en lengua alemana y su fama se ha extendido por todo el
mundo. El éxito a lo largo del tiempo y el espacio, y el hecho de convertirse
en una autora considerada como clásica, se debe a que en sus obras trata temas
reales, de gran interés y de plena actualidad, como el racismo, la discriminación
o los comportamientos propios de la juventud; pero desdramatizando y tratándolos
con un toque de humor e ironía.
Precisamente por su
compromiso y su análisis progresista de los problemas cotidianos, en sus
comienzos le persiguió la polémica y le tacharon de ofrecer una visión
demasiado liberal de la educación, de la familia, de la sociedad o de las
relaciones entre adolescentes. Sin embargo, han prevalecido en su valoración,
la calidad literaria de sus obras y su contribución a la corriente realista que
ha marcado la literatura infantil y juvenil en las últimas décadas del siglo
XX.
En cuanto a las
ilustraciones que acompañan siempre sus libros, algunas fueron obra suya; otras
las crearon artistas conocidos internacionalmente como Jutta Bauer o Janosh y
la mayor parte han sido realizadas por su hija,
Christine Nöstlinger junior.
Recibió numerosos galardones
entre los que destacan: varios premios nacionales de literatura tanto en su
país, Austria, como en Alemania, durante la década de los 70. En 1984 le fue
otorgado el Premio Hans Christian
Andersen, considerado el Nobel de la literatura infantil. En 2002 recibió
el Premio Memorial Astrid Lindgren,
que se entrega como homenaje y recuerdo de la autora sueca, creadora del famoso
personaje Pippi Calzaslargas. Incluso ha sido condecorada con la Orden al
Mérito de la República de Austria, con la que se reconocen las grandes
contribuciones en diversos ámbitos, como en este caso el de la cultura.
Acércate a la sala infantil
de la biblioteca, donde le rendimos un pequeño homenaje durante el mes de
agosto, con la exposición de los libros que de ella tenemos en nuestra sección
y disfruta con las aventuras de los personajes que creó.
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